Nació en El Socorro, Santander, en 1938 y cursó estudios en el Colegio Universitario de su ciudad natal. Posteriormente estudió Derecho en la Universidad Libre de Colombia, en Bogotá. Es catedrático y oficial en uso de buen retiro de la Policía Nacional. Miembro del Taller de Escritores Gabriel García Márquez, de la Universidad Autónoma de Bogotá y fundador y Director de la Tertulia Taller de ACORPOL y de la Tertulia Casa de Santander.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Al filo de un Poema (1977); Escombros del Olvido (1983); Río de Gritos y Silencios (2007); la colección de fábulas Píntela como quiera; el libro de relatos Cacería de Espantos; y en 2013 Las Sendas del Haikú interesante y valiosa exploración de este género japonés, sus orígenes y evolución, su puesto en la literatura universal y por supuesto sus grandes cultores desde su irrupción a finales del Siglo XVII; La entrañas del mito y la leyenda (2017) y una segunda versión, corregida y aumentada de la colección de fábulas Píntela como quiera (2018).
Ha sido objeto de importantes distinciones, tales como la Mención Honorífica La Pipa de Oro, otorgada por la Corporación Cultural Las 13 Pipas; el Homenaje Nacional de la Sociedad de Escritores 1977, en el VI Encuentro Nacional de Escritores; la condecoración Carlos Holguín Mallarino, de la Dirección General de la Policía Nacional; la Medalla de Oro, condecoración Manuela Beltrán, de la Alcaldía Municipal de El Socorro, Santander; y el Tiple de Oro El Comunero, del grupo de poetas santandereanos Que no calle el Cantor.
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POEMAS
A MI PADRE
Hace muchos años
existió un río
que surcaba las aguas
de mi mundo.
Luego fue un arroyo
luchador incontenible
en un ayer distante,
y todavía cercano.
Después una fuente
avanzando sabiamente
sobre campo minado
salvando los obstáculos.
Más tarde,
solo un hilo de agua
superando su soledad
y su cansancio.
No hace mucho
se agotaba y consumía
en medio de la resignación
y del letargo.
Hoy no existe.
Se ha evaporado.
Nos queda el vacío
de su ausencia
y en un lugar ignorado
una cicatriz en la tierra,
una oración marchita.
Y su recuerdo
como ayer intacto.
HAIKUS
(Inéditos)
Tanta agua
para un solo mar
para mí, la sed.
Llueve y llueve.
Es el llanto feliz del cielo
el que florece.
Arde la montaña,
solo la ruina crece.
Tierra arrasada.
Sangra la flor.
Cuando el rojo muere,
se marchita.
Agua, mucha agua.
Para el náufrago,
la muerte.
De muy lejos;
el canto del río trae,
la canción del viento.
Largo camino;
cansado el peregrino,
una roca lo espera.